jueves, 29 de octubre de 2015

Jardines de Méndez Núñez, Emilia Pardo Bazán


Nació en 1951 en la calle Riego de Agua de la ciudad herculina. Fue una noble y aristócrata novelista, periodista, ensayista, crítica literaria, poeta, dramaturga, traductora, editora, catedrática y conferenciante que introdujo el Naturalismo (modelo literario que surge como evolución del Realismo) en España.
Era hija de una familia gallega noble y muy pudiente de España. Residió en una casa en la calle Tabernas que actualmente es el edificio de la Real Academia Gallega; además su familia tenía el Pazo de Meirás en el cual escribió y leyó Pardo Bazán. Doña Emilia que era hija única recibió una educación excepcional en las mujeres de la época, incluso en las de su misma clase social. 

A los dieciséis años contrae matrimonio y un año más tarde se va a vivir a Madrid. Pardo Bazán viaja por Europa y aprende inglés y alemán, además comienza a interesarse por la literatura extranjera.
Emilia Pardo Bazán se dio a conocer como escritora con un “Estudio crítico de Feijóo” (1876) y una colección de poemas (dedicados a su primer hijo) publicados por F. Giner de los Ríos.


Su primera novela fue “Pascual López” y más tarde publicó “Un viaje de novios”,  obra en la que ya se comienzan a ver rasgos de la novela realista tomados de Balzac y Daudet.  
En 1882 se la acreditó como uno de los principales impulsores del Naturalismo en España debido a la publicación de una serie de artículos y de una novela experimental “La cuestión palpitante”.  Causó un gran revuelo y tras negarse a retractarse tal y como le pedía su marido, se divorciaron e inició una relación amorosa con Benito Pérez Galdós.

Y en 1886 publicó su obra más famosa “Los pazos de Ulloa”, que es la novela que mejor ejemplifica la corriente naturalista.

Un año después fue nombrada presidenta del Círculo de Artesanos de A Coruña, que tiene su edificio aún hoy en la calle San Andrés.
En los siguientes años Emilia intervino en el periodismo político, publicó ensayos, realizó conferencias… Tal popularidad le creó muchas enemistades entre los escritores de su tiempo, que ven invadido un sector tradicionalmente reservado a los hombres.

En la última etapa, su obra evolucionó hacia un mayor simbolismo y espiritualismo. Esta evolución de observa en sus libros: “Cuentos de la tierra” y “Cuentos de Marineda” entre otros.  En sus últimos años lucha por los derechos de la mujer, al ser consciente del sexismo dentro de los círculos intelectuales. Murió en Madrid en 1921 a los setenta años, de una gripe que se complicó con su diabetes crónica.

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